¿Sabías que tu mundo exterior es tu mundo interior?
Si soy feliz veo la felicidad en los demás. Si siento compasión, veo la compasión en los demás. Si estoy lleno de energia y esperanza, encuentro las oportunidades que me rodean. Pero si estoy enojado, me parece que los demás sean irritables sin sentido, si estoy deprimido, veo tristeza en sus ojos, si estoy aburrido, todo lo que me rodea parece monótono y poco atractivo.
¡Vemos lo que somos!
Es duro tomar conciencia de ello pero así es, el mundo exterior es un espejo de nuestro mundo interior. Todo lo que rodea tu existencia y lo que ves a tu alrededor, es como un espejo que te muestra lo que hay dentro de ti.
“La mayoría de la gente cree que la mente es un espejo, que refleja el mundo exterior con mayor o menor precisión, sin darse cuenta, por lo contrario, de que la mente misma es el elemento principal de la creación."
Rabindranath Tagore
Y nuestro mundo interior está formado por nuestros pensamientos, basados en la imagen que tenemos de nosotros mismos, nuestras creencias y el significado que damos a las experiencias que vivimos, sobretodo las que hemos vivido en el pasado y que usamos como carriles guías para nuestro futuro.
Las personas y los eventos que se han convertido en partes de tu vida son como un «espejo», que te muestra cuáles son tus pensamientos inconscientes y tus expectativas internas, de aquí viene la definición «tu mundo exterior es tu mundo interior».
Cuando hablo del espejo, me refiero a que las personas que forman parte de tu vida, en esencia, reflejan tus expectativas internas, ya sea en el trabajo, los negocios, la amistad, el ocio, el cariño, el amor o cualquier otra esfera de tu vida. Las personas que conocemos en diversas esferas sociales, de hecho, son «atraídas» por nuestro imán o nuestra energía interior, que a su vez llama su atención a un nivel inconsciente.
Si, conduciendo por la calles de Barcelona me quejo y exclamo: «Qué lugar tan abarrotado y lleno de smog», estoy expresando el hecho de que, en ese momento, dentro de mí hay mucho ruido y estrés. Estoy viendo el mundo con esas gafas.
Si en cambio en la misma situación me siento motivado por la esperanza y la felicidad, con toda probabilidad habría dicho: «¡Oye, mira esa rica metrópolis llena de energía!»
Una vez más, describiría mi paisaje interior. La situación exterior es exactamente la misma pero mi realización es diferente.
Todo lo que sucede en el mundo, ya sea bueno o malo, agradable o no, de alguna manera refleja una parte de ti, algo, alguna característica que está dentro de ti. A menudo lo que sucede es que cuando vemos algo molesto, aburrido o insoportable en alguien con quien nos relacionamos, inmediatamente estamos dispuestos a levantar el dedo para acusarlo o distanciarnos porque “no tiene nada en común conmigo”.
En realidad, esa podría ser una maravillosa oportunidad para comprender cuál es esa característica particular que nos molesta tan activa en nosotros, a qué se engancha, qué se refleja en ella. Es una oportunidad porque si sabes dejar de lado el juicio y captar esta sombra del espejo, tienes una gran oportunidad: trabajar en ti mismo para ser mejor.
Uno de los mejores puntos de partida en este viaje es la observación de nosotros mismos, simplemente empezar a darnos cuenta de que “gafas llevamos puestas cada día”, de cuál es ese mundo interior. Observar cómo vemos el mundo hoy, mañana, pasado, etc.
El hecho de tomar conciencia que tu mundo exterior es tu mundo interior, abrirá paso al cambio y solo dándonos cuenta de cómo somos ahora, podemos hacer algo para ser diferente en el futuro.
“Cuando abro los ojos por la mañana, no me enfrento al mundo, sino a un millón de mundos posibles."
Colin Wilson
La elección está en nuestras manos. ¿Qué mundo quieres ver hoy?
En cada situación podemos ir en busca de oro o chatarra, y lo bonito de ello es lo que estamos buscando, encontraremos.
La oportunidad es el oro de la vida, es la tierra fértil en la que creces como persona. Pero recuerda, las oportunidades son como partículas cuánticas sub-atómicas, solo existen cuando hay un observador que las está mirando: tus oportunidades se multiplicarán cuando decidirás verlas.